Saludo de Navidad

Llega diciembre, las calles se decoran con esos colores y luces característicos, y el clima festivo se siente por doquier, hasta en las aún saludables cursadas de la Facultad de Ingeniería. El espíritu navideño invade todos los corazones anunciando nuevas esperanzas, suenan villancicos, los niños esperan los regalos, los estudiantes de FIUBA esperan las notas de los exámenes, los docentes de FIUBA esperan el aguinaldo.

En rituales que no por ser tradicionales pierden su magia, la familia se reencuentra en una atmósfera de paz y celebración, los amigos brindan y se divierten, y los consejos directivos invitan a sesiones extraordinarias de dudosa legalidad, en sitios y horarios inusuales para realizar cambios de planes de estudios traídos, con mucho cariño, de Belén.

Como traviesos duendes navideños, los consejeros superiores oficialistas se escabullen entre edificios públicos para repartir regalos, dividendos y con sigilosa agilidad, aprobar polémicas designaciones o resoluciones, mientras la audiencia asiste distraída al espectáculo que bien reemplaza fuegos de artificio y petardos por balas de goma y gases lacrimógenos.

En estas fechas, recuperatorios, exámenes, TPs, comas alcohólicos e internaciones debidas al incorrecto uso de pirotecnia han sorprendido a una fracción significativa de quienes hacemos Acetona, y no hemos podido dedicar a este final de cuatrimestre descollante las páginas que se hubiese merecido.
Decidimos entonces dejarles, como postal navideña, un adelanto del próximo número, nuestros mejores deseos y felicidades para el año que comienza, que sin dudas será tan glorioso como el que termina.



Hasta dentro de unas semanas. Besitos para todos y todas.